Diario de Hitler.
Con mucho pesar he de aceptar que el fin del III Reich se aproxima. Los Aliados están cada vez más cerca pues hasta mi querida Berlín ha caido, de lo único que me arrepiento es de la sangre alemana pura derramada en la guerra . Solo quedamos unos pocos fieles del nacional socialismo por ello no tengo ningún remordimiento por no entristecerme por la caída y muertes en la población civil alemana. Pocos fieles quedaban allí y para que quede basura prefiero que no quede nada. Parece que ya nadie se acuerda de los principios del nacional socialismo que escribí en el Mein Kampf, todos nuestros ciudadanos ahora nos maldicen pero durante el Anchluss nos apoyaron y, ¿qué pasó? Conseguimos Austria. Si hubieran tenido la mitad de esa fé en nosotros cuando los Aliados empezaron a ganar terreno esto no hubiera pasado. Al menos nos quedan algunos fieles como mi querida esposa Eva Braun, mi fiel Goebbels y su familia. Después están las ratas traidoras como Himmler y algunos de las SS, donde se suponía que estaban los más puros de la raza aria, ahí tambien hubieron traidores. Debería de haberlos matados a todos como hizo Stalin, fue más inteligente que yo. Ahora conspiran contra mí y sé que si tuvieran la oportunidad me colgarían como a Mussolini, por eso he pedido que me incineren antes de que los rusos encuentren mi cuerpo en el búmker. Los comunistas nos han ganado esta batalla, pero habrán más, alguien entrará en razón algún día, verá de lo que está rodeado y como hice yo en el Pustch de Munich  se rebelará contra ello. Entonces el pueblo también se dará cuenta e irá contra las ratas con las que conviven al igual que hicieron sus antepasados en la Noche de los Cristales Rotos. Lo único que me consuela es que a pesar de que nos han ganado no nos hemos humillado como pasó en la I Guerra Mundial cuando se firmó el Tratado de Versalles. Muchas personas no entenderán por que hice lo que hice, porque  quise que la basura judía como Goring y los gitanos fueran eliminados, pero otros si lo harán. Japón, que ha estado de mi ado, lo entiende. Hiroito que me ayudó tanto, el causante de la bomba en el Pearl Harbour sí me tiene que entender. Todos deben entender y apoyar las leyes de Nuremberg, la Solución Final y los campos de concentración como el de Treblinka, y a los que no lo quieren entender la esvástica los hará entender, porque ella nos simboliza a mí y a todos los nazis. El que no crea en esto no merece vivir, incluso Franco, mi más bajo seguidor, me apoyó en esto por ello todos deben de creer en lo que hice. El pueblo alemán que sobreviva no puede ser tonto y retrocerder el Reichstag y hechar a perder todo lo que conseguí tras la elecciones de 1933. Si se sienten tentados a ello deberían pensar en los Sudetes, aquella crisis tan dolorosa. Pero no lo harán se dejarán engañar por las habladurías de gente como Churchill o De Gaulle, el defensor de la supuesta "Francia Libre". Yo sí que iba a hcer un Francia Libre, libre de sucias y asquerosas ratas, el que realmente tomó una buena decisión fue Petain, la Francia de Vichy será y fue la mejor Francia de la historia, con una París ocupada por los nazis. Ahora mismo, fuera de este búnker, no debe de quedar nada de lo que fue el ejército alemán, ni el cohete V2, el primer misil balístico de largo alcance en el mundo, ni de la Luftwaffe que tanto hzo por Alemania a pesar de que perdió en la Batalla de Inglaterra. Y aunque al principio hubieran deigualdades en el ejército alemán que causó la Noche de los Cuchillos Largos, nadie puede negar que es el mejor ejército del mundo. Alemania no es solo superior en el ejército sino también en el deporte como se demostró en las Olimpiadas de Berlín, y porque Alemania es tan grande es la razón por la que no me pude permitir cumplir lo pactado en la Conferencia de Munich.
Los rusos ya están cerca, las bombas suenan cada vez más fuerte sé qeu si fuera posible asomarse podríamo ver lo mismo que se veía tras el bombardeo de Dresde, huma y fuego. Aún no me puedo explicar como un pueblo que hace Komiterns formados por Lennin pudo ganar a Alemania en Stalingrado y menos aún después de la exitosa victoria en Leningrado. Me consta lo que Rusia junto a Reino Unido y Estados Unidos planea hacer con Alemania según termine la guerra ¿cómo va mi pueblo a soportar eso? Es una humillación demasiado grande, prefiero morir a vivir y ver eso. Lo pactado en Yalta es una vergüenza para el pueblo alemán, suficiente tuvimos con el desembarco de Normandía. Haber encontrado el Santo Grial hubiera hecho a Alemania el país más poderoso del mundo y ninguno de esos humillantes sucesos hubiesen ocurrido. Italia no se hubiera cambiado de bando tras el golpe de Estado tras el cual se formó la Repúbica Social Italiana y Rommel se hubiera convertido en un ferviente seguidor del nacionnal socialismo.
Rommel y Himmler no son los únicos a los que considero traidores pues no me olvido de Rudolf Hess que intentó negociar con el enemigo. Pero Alemania no solo engendra traidores sino a grandes genios como la compañía Africa Karps o el escritor Thomas Mann o la familia Stauffeberg.
Mi fin se acerca y antes de eso quiero desahogar algunas cosas: mi deseo es que Alemania mire hacia delante, que no vuelva a lo que fue la República de Weimar y que cuando se vuelva a levantar no se deje vencer por gente tan conservador como lo es Chamberlain. Además he de confesar, en mi intimidad con la secretaria que contraté en la Guarida del Lobo, que el incendió de un zepelín aleman me causó mucha vergüenza. Debo decir que aunque odio a los judíos no tengo nada en contra del Papa Pío XII y agradesco que no se haya interpuesto en mi camino. Y que me ha dolido más tener que sacrifir a mi perra Blondi que lo que le pueda pasar a cualquiera de las basuras de la Conferencia de Yalta como Roosevelt