viernes, 4 de abril de 2014

Diario de Hitler




Hoy, 30 de abril de 1945, escribo la última entrada de mi diario, redactando todos y cada uno de mis momentos más gloriosos y mis más profundos sentimientos hacia ciertas personas que de alguna manera son importantes tanto para mí como para Alemania. La raza aria siempre será superior a las demás y eso nadie lo puede discutir ya que de lo contrario el que lo niegue será castigado con el peor de los castigos. Me encuentro en este odioso búnker, encerrado y sintiéndome como si de una lata de sardinas se tratase. Prefiero sin duda alguna la guarida del lobo, aunque por desgracia esté demasiado dañada. Con lo acogedora que era… No me arrepiento de mis actos pues creo y siento que hice bien, sobre todo eliminando a esas cucarachas impuras y a esos gitanos pordioseros. En mis inicios me afilié al Partido Obrero Alemán, precursor del partido nazi, en 1919 y me convertí en líder de este en 1921. En 1923 intenté una insurrección, conocida también como Putsch de Munich. Fracasé como un sucio estúpido y esas culebras malolientes me condenaron a cinco años de prisión en esa asquerosa cárcel. Durante mi estancia en la cárcel redacté la primera parte del Mein Kampf. Cuando fui liberado, en 1924, conseguí un creciente apoyo popular mediante la exaltación del pangermanismo, el antisemitismo y el anticomunismo, sirviéndome de mi indudable talento oratorio apoyado por la eficiente propaganda nazi y las concentraciones de masas cargadas se simbolismo. Siento un odio irremediable hacia los comunistas, son una panda de mojigatos e ineptos. Fui nombrado canciller imperial en enero de 1933. Pedí al anciano presidente Paul Von Hindenburg que disolviera el Reichstag, lo que fue aceptado y se fijaron elecciones para el 5 de marzo de 1933. El 27 de febrero ocurrió lo que había ordenado, el incendio del Reichstag. Al día siguiente declaré el estado de emergencia y demandé que Hindenburg firmara el Decreto del Incendio del Reichstag, aboliendo la mayoría de las disposiciones de derechos fundamentales de la constitución de 1919 de la República de Weimar. El proceso empezó a culminar en la noche de los cuchillos largos cuando los últimos que osaban dudar de mi infalibilidad fueron eliminados políticamente o asesinados. Horas tras la muerte del presidente Hindenburg, publiqué una ley que establece: ‘’La posición de Presidente del Reich será combinada con la del Canciller. La autoridad del presidente será por lo tanto transferida al presente canciller y Führer, Adolf Hitler. Él seleccionará su diputado. Esta ley es efectiva a partir de la muerte del Presidente Von Hindenburg”. Comenzaba así mi glorioso y apreciado III Reich. Una de mis mejores ideas fue crear las Leyes de Nuremberg. Sentía la necesidad de crearlas, no puedo soportar a esos judíos pulgosos. Disfruté mucho las Olimpiadas de Berlín en las cuales pude demostrar el poder del nazismo y todavía sigo agradecido por la genial propaganda de Goebbels. El momento que más satisfacción me produjo fue ver alejarse el zeppelín Hindenburg.


El Asnchluss supuso la incorporación de Austria a mi querida Alemania el 12 de marzo de 1938 como provincia del III Reich. En la conferencia de Munich, por mediación del dictador italiano Mussolini y a iniciativa de Göring, el primer ministro británico Chamberlain y Édouard Daladier aprobaron la incorporación de los Sudetes a Alemania. El Reino Unido y Francia se mostraron complacientes con los deseos de la población alemana de los Sudetes y consideraban este acuerdo como una revisión parcial del Tratado de Versalles, aunque esto a mi me daba igual. Un acontecimiento del cual tengo gratos recuerdos es la noche de los cristales rotos. Los pogromos fueron ordenados en realidad por el canciller del Reich, por mi, Adolf Hitler, organizados por Goebbels y cometidos por miembros de la SA, de la SS y las Juventudes Hitlerianas, apoyadas por el SD, la Gestapo y otras fuerzas de la policía. Estos pogromos fueron dirigidos contra los ciudadanos judíos y sus propiedades, así como también la destrucción de las sinagogas de todo el país. Se lo merecían, sucias ratas. Este fue sin duda el primer paso del inicio de la solución final. Nos propusimos conquistar París y así fue. En el ataque le arrebatamos territorios a Francia. Se produjo una separación en la cual, llamada Francia de Vichy, ocupamos gustosamente. Una vez ocupada Francia nos propusimos atacar Gran Bretaña por la vía aérea ya que creía imposible atacar por la vía acuática. Increíblemente caímos derrotados por esas ardillas voladoras apestosas. Mi preciada y querida Luftwaffe cayó derrotada por la R.A.F, asquerosos británicos… A este conflicto apestoso se le conoció por el nombre de Batalla de Inglaterra. Ordené a las fuerzas armadas sitiar la ciudad de Leningrado la cual fue bombardeada constantemente y sistemáticamente privada de sus suministros. Japón fue bastante pícaro atacando Pearl Harbour y encima, para colmo, provocó la intromisión de EE.UU. en la maldita guerra. En 1942 comenzamos la batalla contra la URSS concretamente en Stalingrado. Esos mal nacidos nos impidieron la conquista y nos fastidiaron los planes. Las fuerzas marítimas de la EE.UU. fueron piezas clave para que el desembarco de Normandía se produjese en las costas del noreste de Francia, la unión de Inglaterra a tal desembarco jugaron y ampliaron la fuerza para acabar desplazando a nuestros camaradas que se encontraban dentro de la Francia de Vichy. A partir de ahí, consiguieron la recuperación de gran parte de los territorios en Europa, acabando finalmente con el acorralamiento en la ciudad de Berlín, donde yo me encontraba. Gracias a Benito Mussolini el cual creó La República Social Italiana la Wehrmacht alemana pudo ocupar un lugar cuando las fuerzas aliadas tomaron el país. Maldito bombardeo de Dresde, maldita conferencia de Yalta, maldito Stalin y maldita promesa… Tantos alemanes fieles fallecidos… El exterminio al fin y al cabo era un favor que le hacíamos al mundo. Treblinka fue uno de nuestros tantos campos de exterminio, muy importante por cierto. Estoy muy orgulloso del resultado. La creación del cohete V2 fue un gran avance sin duda aunque tuvo muy poca repercusión. Los alemanes somos los indudablemente seres humanos más inteligentes. Una cosa que me provoca bastante bienestar son las matanzas que propinamos a esos judíos desnutridos. Muy placenteras y merecidas sin duda alguna.Rudolf, uno de mis más fieles dirigentes y el organizador de los Juegos Olímpicos de Berlín. Qué haría yo sin ti.Himmler, rata cobarde, ¿cómo osas traicionar a tu führer? Ojala los gusanos se den un festín eterno con tu cuerpo… Todavía recuerdo el intento de atentado por parte de Stauffenberg, pobre iluso sin escrúpulos. ¿En serio creía poder asesinarme? Su operación valkiria de pacotilla no pudo hacerme nada, despreciable engendro. Rommel, nos fuiste útil cuando fuiste comandante del Deutsches Afrika Korps pero visto que podías pertenecer al atentado que intentó asesinarme te obligamos a suicidarte. Eva Braun y Blondi, mis dos soles, siempre os recordaré y tendré en mi corazón cuando no pertenezcamos a este mundo. Conocer al general Franco me dejó un sabor de boca insípido, aunque bueno, teníamos nuestras similitudes. Churchill es sin duda un grano en el culo que debe de ser erradicado pero que consiguió crecer y desarrollarse. Que hombre tan molesto. Pétain y De Gaulle, otro grano en el culo, escoria humana que también debía ser erradicada. Roosvelt después del ataque de Japón e Hirohito a Pearl Harbour entra directamente en la guerra, como apoyo de los Aliados. Pretendían acabar conmigo, que sucias ratas de alcantarilla. Tengo demasiados enemigos. Pío XII el mudito. Atacamos las iglesias porque suponían un obstáculo y no queríamos que nada entorpeciese o impidiese nuestro objetivo. Thomas Mann, un traidor para Alemania, no merece ser alemán. Lo que nos hizo no tiene parangón, como le gustaba criticar el nazismo. Si hubiese estado aquí en Alemania lo hubiésemos erradicado.El Komintern, sirvió de poco ya que rompí el acuerdo y ataqué a traición a Stalin. Hace bastante que busco el Santo Grial, tenía como uno de mis objetivos conseguir objetos poderosos para apoyarme. Lo busqué por Barcelona y por muchas partes de Francia. Al final resultó no existir. Para finalizar, tengo que decir que siempre seré fiel a la esvástica, el símbolo que me representa y representa a Alemania. Alemania logrará recuperarse, ya lo veréis.

1 comentario:

  1. Muy buen planteamiento. Bien la integración de conceptos y la implicación mostrada en clase y en la Red con esta tarea. Te animo a seguir así, en el conjunto del próximo trimestre y no solamente en esta asignatura.

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